domingo, 28 de septiembre de 2008

LA CRISIS DEL REAL MURCIA


Tras la cuarta jornada de liga de la división de plata del fútbol español, el Real Murcia no ha sido capaz de ganar ni un solo encuentro, es más, ha perdido tres y empatado uno. Lo que le coloca en una complicada situación, especialmente tras el cacareado anhelo del ascenso a la primera división del fútbol nacional, que perdió de forma igualmente incomprensible, tras haberla alcanzado.

No conocemos lo que puede estar ocurriendo entre bambalinas en el estadio de la Nueva Condomina, pero lo que si constatamos es la cronificación de una imposibilidad, la permanente excusa por lo mal hecho, por los resultados desfavorables. No parece bien que se eche la culpa a la mala fortuna, o al árbitro cada fin de semana. Resultaría más serio, ético y productivo empezar por analizar los propios errores, cuestión que está por hacer en el equipo grana.

¡Ya está bien que Murcia esté permanentemente condenada a tener un fútbol de segunda categoría..!. Afición no le falta, pues si antes la queja sempiterna de toda Directiva murcianista era la falta de un estadio en condiciones, con una capacidad que posibilitara filiar una afición que diera solidez económica y deportiva a un proyecto de primera división, esa excusa ya pasó a la historia, desde que el Ayuntamiento de Murcia accedió magnánimamente a la recalificación de los terrenos de la nueva Condomina, y se pudo hacer realidad el soñado estadio. Pues de esa forma se ha podido dar solidez al nuevo proyecto deportivo del Real Murcia, con una afición que le muestra fidelidad, aún cuando el club no la merezca, de modo que se ha alcanzado un importante número de abonados, que permite lograr un nivel de ingresos medios en la tabla de solvencia de los clubes de fútbol de la primera división nacional.

Pero a cambio, ¿con qué nos encontramos en el club grana?. Pues con una formación bien retribuida, con jugadores que traen su aval deportivo conforme a una lucida trayectoria profesional, y un entrenador que ha sido hasta seleccionador nacional. Además de un presidente que ha ostentado cargos de relevancia en el fútbol español. En consecuencia, estamos ante auténticos profesionales de la cuestión, en sus distintos ámbitos. Algo digno de hacer prever resultados triunfales, y más aciertos que errores.

Si bien, la realidad está siendo cruelmente testadura y nos presenta todo lo contrario. Los resultados no cuadran con el elenco profesional de los componentes del Real Murcia, y mucho menos con las previsibles y hasta exigibles pretensiones de ascenso a la división de oro del fútbol nacional.

Por consiguiente, ya en el Club se debe de ir considerando la posibilidad de tomar medidas de crisis, ante lo que supone un importante batacazo en los planes granas, y comenzar a rectificar todo aquello que ha llevado a tan mal comienzo de liga. El crédito del técnico parece acabado, especialmente por sus poses chulescas y su vana palabrería, frente a tan ruinosos resultados. Ya que si el año pasado pudo tener excusa de que el equipo no lo había conformado él; en el presente año no tiene la menor excusa, salvo constatar que algo se está haciendo mal, que esto no funciona, y por ello hay que tomar urgentes medidas correctoras, que a corto plazo rectifiquen y reconduzcan la situación. Cierto que aún queda mucha liga, pero no es menos cierto, que para pretender el ascenso el margen de maniobra está aún más estrecho que cuando se comenzó.

¡Esta calamitosa situación no se la merece la afición murciana…!, que por otra parte, puede empezar a darle la espalda al masivo apoyo su equipo, ante otras ofertas deportivas de la ciudad que con menos presupuesto y apoyo están dando mayores satisfacciones a sus seguidores, y merecen mayor atención de la afición murciana de la que inicialmente tienen, me refiero al CB Murcia que –pese a la crisis de patrocinio- sigue manteniendo la categoría en la ACB, o al Pozo Murcia con una trayectoria brillantísima en el fútbol sala nacional, o incluso al Club Voleibol Grupo 2005 que sigue inerme como campeón de la superliga femenina de voleibol, además de clubes como los de la UCAM de voleibol y de tenis de mesa masculino, ambos en la primera división nacional de sus respectivas categorías. Todos ellos, con presupuestos mucho más modestos que los del Real Murcia, que mantiene fichas a sus jugadores que exceden en muchísimo al trabajador medio de cualquier profesión u oficio, y que tan nulos resultados están dando.

domingo, 21 de septiembre de 2008

LA HUELGA DE AUTOBUSES DE MURCIA


El conflicto laboral que mantienen los trabajadores de la empresa de autobuses LATBUS en Murcia, se está cronificando, y por ende lleva al estancamiento irremisible de las posturas patronal y social.
No resultan desmerecedoras las reivindicaciones de sus trabajadores, que como en casi todos los casos, suelen reconducirse al ámbito retributivo. Y se comprende con la que está cayendo, con el considerable incremento del IPC interanual, que hace que cualquier sueldo, y especialmente los más modestos, tengan dificultades para alcanzar el final de mes, llevando el malestar a sus hogares.
Tal sintomatología es común, por desgracia, en la actualidad en muchos hogares españoles, donde agobia la hipoteca, el gasto de la cesta de la compra con los considerables incrementos de precios de primera necesidad, donde ninguna de las Administraciones Públicas han sido escrupulosamente “liberales”, o más bien “suecas”, pues han mirado para otro lado, al no intervenir en la injustificable escalada de productos de primera necesidad.
Pero realmente cuando se da a conocer que el incremento retributivo pretendido está por el 20%, esas razones anteriormente apuntadas, que son muy justificables, y las compartimos todos, ceden ante lo que parece cierta desmesura de pretensión del colectivo laboral, especialmente en una fase de crisis económica, donde todos estamos llamados a “apretarnos el cinturón”. Y en el que un incremento salarial de tal proporción además de ir contra las más elementales reglas de la teoría económica para estos momentos, supondría un mal ejemplo para otros colectivos que tampoco se consideran bien tratados retributivamente, y eso sólo ahondaría en las razones de la crisis económica.
Los momentos actuales son los de la sensatez, del trabajo, ahorro, y reducción de costos, por razones de solidaridad con la propia sociedad, y por mera subsistencia del sistema económico y social.
Además se da la circunstancia, que Murcia no tiene ni los mejores servicios de transporte público, ni los más baratos de España; por lo que esta empresa –y por ello sus trabajadores- tienen una importante labor de mejora del servicio público que prestan a la ciudadanía murciana, que ha venido soportando estoicamente su huelga, con unos servicios mínimos muy recortados, y con unos problemas de desplazamiento diario, que tampoco se merece.
Y finalmente, resulta cada vez más necesario que el Ayuntamiento de Murcia lleve a cabo una eficaz acción del transporte público en la capital y pedanías, porque las vías de comunicación son cada vez más intransitables. Así que habrá de ir tomando decisiones sobre estudios de transporte suburbano, y alternativo al rodado de superficie, pues la iniciativa del tranvía, no parece que vaya a ser la solución a la necesaria descongestión del tráfico en la capital. Y esta es la gran asignatura pendiente del consistorio murciano.