lunes, 28 de abril de 2008

FINALIZA UN ACTO DE PIRATERÍA EN ALTA MAR




Durante la semana nos ha tenido a todos en vilo, el suceso del secuestro del atunero español “Playa de Bakio” en aguas somalíes. Dándose fin al cautiverio y a la incertidumbre con la liberación de los veintiséis tripulantes, previo pago de un cuantioso rescate de 766.000 euros. Creo que ante el desenlace hemos de felicitarnos sólo por la liberación de los secuestrados, pero en absoluto por el éxito de la operación, ya que en el momento en que se ha tenido que claudicar al pago de un cuantioso rescate, no nos puede dejar satisfechos sino inquietos, por lo que representa un negocio para la piratería de nuevo cuño. La seguridad de los ciudadanos debe ser una pretensión que se cumpla rigurosamente en todos los lugares del mundo, y especialmente en el tráfico aéreo y marítimo, pues de lo contrario estaremos retrocediendo siglos en lo que supone de inseguridad de los mares. Es cierto que la inmensidad del océano impide una seguridad permanente de todo el tráfico marítimo del mundo. Pero no es menos cierto, que este tipo de episodios de corsarios da antaño, no puede llevarlo a cabo cualquier grupo más o menos indocumentado, sino que detrás suele tener una formación paramilitar, y armamento para llevarlo a cabo, lo que de hecho supone que no pueda dar golpes de este tipo sin un mínimo de apoyo en alguna satrapía de la zona. Por consiguiente, lo procedente sería que se localizara al grupo secuestrador y se le detuviera y pusiera a disposición de las autoridades competentes para su enjuiciamiento y castigo, así como al grupo, tribu o nación que le haya dado cobertura logística. Con el fin de desterrar definitivamente cualquier aventura que intente repetir este tipo de práctica delictiva. Porque de lo contrario, supone que se repita la acción nuevamente, por lo que supone de rentable negocio para la delincuencia internacional, o para cualquier grupo subversivo o aventurero. Así que no vale que se presente la liberación como un éxito de la diplomacia española, que no lo es cuando se ha pagado un rescate, ya que con los delincuentes no se puede transigir, ni siquiera en términos de reducción de sus exigencias económicas, puesto que eso equivaldría a cooperar con su intencionalidad lucrativa. Otra cuestión es la intervención de la empresa en defensa de sus trabajadores y del barco, lo que la legitima a cualquier tipo de negociación para resolver la situación. Pero la acción gubernamental, sin embargo ha de ser de defensa y protección de sus ciudadanos, y en este caso, que se ha producido el rescate previo pago, su actuación debería ir encaminada en el ámbito internacional a recabar el apoyo internacional para asegurar el tráfico marítimo, así como la localización, detención y castigo de sus autores y colaboradores. Y lo mismo que se mandan nuestros barcos de guerra a zonas de conflicto internacional, sería oportuno posicionar algunos de esos efectivos militares en zonas de caladeros pesqueros que pudieran resultar potencialmente peligrosos, para asegurar su actividad y evitar que cunda el ejemplo del rentable secuestro del atunero español, y se prodiguen nuevos episodios de piratería en alta mar. Otro aspecto del caso, que no deja de producir perplejidad es la intervención de gabinetes de mediadores británicos para la resolución del conflicto, que perciben honorarios considerables. Parecería oportuno que el Gobierno Británico garantizara con rotundidad la intervención profesional de dichos gabinetes, impidiendo que se conviertan en cooperadores necesarios con los secuestradores en la solución retribuida del conflicto, y que perciban retribución alguna del botín de rescate pagado, por lo que podría suponer de conculcación de la legislación vigente y de los más elementales principios éticos.

domingo, 13 de abril de 2008

CUESTIONES DE ESTADO


Hay cuestiones de la vida pública que requieren consenso, tanto en el criterio de su abordaje, como posteriormente en su ejecución, ya que son cuestiones, que por su importancia, afectan al interés nacional. ¡Son cuestiones de Estado!.

Actualmente España tendría que marcar, en un debate social, cuáles son esas cuestiones, identificarlas y posteriormente llegar a un “pacto de Estado” que lleve a la unidad de acción a todas las fuerzas políticas en esos temas, ya que afectan decisivamente a la Nación española.

Lo lógico sería que se pactaran, por parte de los partidos nacionales, pues resulta difícil conseguir el apoyo de los partidos nacionalistas con políticas de Estado diferentes e incluso contrarias, debido al diferente proyecto nacional de las mismas.

Las áreas que se habrían de abordar necesariamente serían el modelo territorial del Estado, tendiendo a cerrar dicha cuestión de forma estable y definitiva, la defensa y seguridad del Estado (entre ello el terrorismo), la política exterior, la educación, justicia, hacienda, seguridad social, y todo el desarrollo legislativo constitucional especialmente derivado de los derechos y deberes fundamentales, así como el desarrollo económico del país ( que habría de incluir los planes económicos y estratégicos, la política hidráulica, etc.).

Todo ello habría de pactarse con lealtad a España y a los españoles, ya que el momento actual lo demanda, al tiempo que también resulta propicio al inicio de una legislatura, para poder desarrollarlo y evitarle al nuevo Gobierno del Estado hipotecas incómodas por pactos con el nacionalismo separatista e insolidario, cuyos perniciosos efectos los hemos venido padeciendo la anterior legislatura, y aún quedan efectos negativos de ello.

La generosidad de miras de los políticos que lo planteen le habrá de ser reconocida antes o después, pues su establecimiento se impone.

sábado, 5 de abril de 2008

EL DR. TORRES SEGOVIA PRESENTA SU LIBRO DE POESÍA


En un entrañable acto celebrado en la sede central de Cajamurcia, con un lleno a rebosar, rodeado de multitud de amigos y compañeros, Luís Carlos Torres Segovia presentó su libro “Ansias de vivir”.

El acto de presentación, que como el libro, fue prologado por el Presidente de Cajamurcia y su Director General, Juan Roca y Carlos Egea, respectivamente, contó también con un comentario, a modo de prólogo, de Jorge Conde Ajado, que agradecieron al ilustre médico, y entrañable amigo, esta obra suya en la que presenta sus sentimientos de una vida, reflejados en la lírica poética, agradeciéndole esa expresión íntima sincera, y animándole a continuar su obra poética.

Seguidamente tomó la palabra el autor de la obra, y con su natural sencillez hizo gala de una gran maestría en el dominio del verso, dando muestras de su humanidad radiante, de su gran hacer, y de su inmensa entidad personal; haciendo un recorrido por su trayectoria vital, desde su orígenes andaluces, que marcan esencialmente su sentimiento, y la esencia de su poesía, a sus íntimas convicciones religiosas, pasando por el cariño a la familia, el canto a la amistad –recogido en diversos pasajes de su libro- como uno de los máximos valores personales en la condición de vivir, el reconocimiento de su apego al “arte de cúchares” –con poesías dedicadas al mundo del toro de bonita ejecución-, y sobre todo, a su vocación médica, a la que desde su inmensa humanidad nos dedica versos a sus pacientes, al sufrimiento y a la muerte; concluyendo con una poesía a la jubilación. Todo un dominio del verso y de la existencia, en sus proyecciones más hondas y auténticas, que arrancaron en numerosas ocasiones el aplauso emocionado de los asistentes.

En esos versos se aprecia al marido enamorado, al padre encantado con sus hijos, al amigo leal, al médico entregado, al ciudadano cabal, al hombre honrado, y sobre todo al ser humano que agradece día a día su existencia y no le es ajeno todo aquello que le rodea, lo contempla y lo vive en su intensidad (¡”Ansias de vivir..”!).

El que esto escribe, que se honra en contar con la amistad de Luís Carlos, agradece este libro, y sobre todo le anima a continuar su obra, augurándole el éxito que ya ha alcanzado en su trayectoria vital.

¡Felicidades, amigo…!