viernes, 23 de marzo de 2007

Denuncia de Greenpeace


Greenpeace denunció hoy en la presentación de su informe “El negocio del agua en la cuenca del Segura”, que la cuenca no es deficitaria. Según los cálculos de Greenpeace, realizados con datos de la Confederación, la Comunidad Autónoma de Murcia, ESAMUR y estimaciones propias, el Segura podría disponer, una vez cubierta su demanda, de 308 hm3/año de agua para dotar a los ríos de los caudales de los que se ve actualmente privado y para recuperar los acuíferos sobreexplotados.

Greenpeace destacó que el Segura es el río europeo con más presas por kilómetro de cauce. El exceso de infraestructuras se ha demostrado no sólo ineficaz sino destructivo para los ecosistemas fluviales, porque acaba por eliminar la capacidad de los ríos de aportar agua y de autorregenerarse. La reducción de los caudales en el río Segura es tan fuerte, que en más de 40 kilómetros sólo corren aguas residuales. A la desembocadura llega el 4% del caudal. Los ecologistas critican que las Administraciones sigan proponiendo obras como solución cuando la Directiva Marco del Agua prohíbe nuevas infraestructuras como único modo de tratar de recuperar las cuencas y el agua, que será un recurso estratégico en los próximos años.

La organización ecologista señaló como principales responsables de los problemas de la cuenca la proliferación de regadíos ilegales y el sector turístico (campos de golf, complejos hoteleros y urbanizaciones). El robo de agua de los ríos y los acuíferos es tan elevado que ha provocado que varios tramos de ríos y decenas de fuentes y manantiales hayan desaparecido. Es el caso del nacimiento del río Mula, río Taibilla, arroyo de El Chopillo o manantial del Gorgotón, entre otros. Todo ello incide en que el Segura sea una de las cuencas con mayor índice de desertificación de la Península Ibérica.

Los pozos ilegales en la cuenca están extrayendo del subsuelo un 80% más de agua de la que se recarga de forma natural. Esto provoca, además, la salinización1 de los acuíferos, el principal problema de contaminación de toda la cuenca.

Greenpeace denuncia que la Administración está permitiendo el robo de agua y el “canje de caudales”2. En la Región de Murcia se ha desarrollado un entremado ilegal de tuberías que proporcionan agua a regadíos, campos de golf y urbanizaciones bajo el beneplácito de la Administración. Este entramado se extiende, al menos, por Fuente Álamo (donde Greenpeace ha investigado 200 km de tuberías ilegales), Mazarrón, Cartagena, Alhama de Murcia y Sucina-Murcia.
Otro factor que está empeorando la situación es la intensa especulación urbanística que sufre la cuenca no sólo en la costa, sino incluso en las sierras del Segura en Albacete. Son práctica cada vez más habituales las recalificaciones de regadíos (muchos de ellos ilegales, en Espacios Protegidos y subvencionados por la Unión Europea) para desarrollar grandes urbanizaciones con campos de golf.

Todo ello provoca un aumento sin precedentes tanto de la demanda de agua como del volumen de aguas residuales vertidas a cauces y costas. Volúmenes que las Estaciones Depuradoras no pueden tratar por no estar diseñadas para estos incrementos de población, que en algunos municipios se duplican o triplican.

El informe El negocio del agua en la cuenca del Segura concluye que:

· La cuenca del Segura no es deficitaria.

· El problema más significativo de la cuenca es la mala gestión del agua.

· La propia Administración reconoce la existencia de más de 65.500 ha de regadíos ilegales en la cuenca, sólo entre 1996-2006 (no están contabilizados los de 1986-1996). Los regadíos ilegales reconocidos por el Ministerio de Fomento gastan 632 hm3/año de agua, lo que consume una población de 10,5 millones de personas.

· Los regadíos tradicionales son los grandes perjudicados en beneficio de las nuevas extensiones de regadíos de las grandes empresas agrícolas, que también tienen intereses en el sector inmobiliario.

· La Administración permite el robo de agua y el denominado canje de caudales. Los caudales robados de ríos y acuíferos se venden entre particulares en el mercado negro.

· La Administración de Justicia no actúa. Los expedientes por extracciones ilegales y cobros ilegales de subvenciones sólo se tramitaron a partir de 2003, después de que la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid abriera una investigación.

· La salinización de los suelos es el principal problema de contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. La excesiva superficie agrícola, que utiliza nutrientes químicos, herbicidas y pesticidas, es la principal responsable de esta situación.

· A pesar del esfuerzo realizado en la última década, las depuradoras (cuando existen) han quedado subdimensionadas y obsoletas debido a la gran demanda que generan los nuevos complejos urbanísticos y a los campos de golf.

· La cuenca podría reutilizar el doble de aguas residuales de las que emplea ya. Según los cálculos de Greenpeace existen 100 hm3/año de aguas residuales que son vertidas a cauces y costas que ni se depuran ni se reutilizan.

“Si la Confederación y las Administraciones autónomicas siguen sin hacer cumplir la Ley, la cuenca del Segura no sólo continuará sufriendo problemas de disponibilidad de agua, sino que se agudizarán. No se puede seguir atendiendo a una demanda insostenible a costa del expolio del patrimonio natural”, ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de aguas de Greenpeace.

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